Camilo Aliste mató el año 2021 a la pareja de su madre, Patricio Rodríguez. El joven, en ese entonces de 19 años, habría acuchillado a la expareja de su madre para evitar que la asesinara, en una historia llena de violencia y agresiones.
En ese entonces, se le decretó arresto domiciliario, a pesar de que la fiscalía había pedido la prisión preventiva, indicó el defensor local jefe de Maipú a LUN.
“Tenía dos agravantes: haber cometido el homicidio con arma blanca y dentro del domicilio del occiso. Eso equivalía a una prognosis de pena de presidio perpetuo”, explicó.
Luego de casi dos años, en noviembre de 2023, el mencionado tribunal condenó al imputado a 3 años de presidio. Frente a lo que su defensor presentó un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones.
Esta última, en diciembre del mismo año, anuló la sentencia decretada por el 5.º Tribunal y fijó un segundo juicio para marzo de 2024. Finalmente, el pasado 11 de abril, se acogió la “tesis de un estado de necesidad exultante”, indicó el defensor.
Afirmando que no se trató de un caso de legítima defensa, sino que uno de eximente de responsabilidad penal contenido en el artículo 10 de la Ley de Femicidio.
En ese sentido, explicó que si “una persona comete un homicidio en un contexto de violencia contra la mujer, pero no recibe una condena si se dan dos circunstancias especiales”. Y puntualizó que “primero que es para evitar un mal grave. Segundo, debe existir un estado de riesgo permanente”.
Esto último se presentó en el caso de Romina Ávalos, la madre de Camilo Aliste. “Ella llevaba 12 años de Violencia intrafamiliar. En los diez años que se mantuvieron juntos, Patricio Rodríguez recibió cuatro condenas por VIF, lesiones y desacato; se ingresaron diez causas en su contra”, relató Aceituno. E incluso, en los dos años siguientes, cuando ya estaban separados, Ávalos presentó 10 denuncias más.
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