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AGUAS ANTOFAGASTA EVITÓ LA PÉRDIDA DE CERCA DE MEDIO MILLÓN DE METROS CÚBICOS DE AGUA POTABLE

Frente al actual escenario de crisis climática, uno de los aspectos clave para evitar pérdidas del recurso es reducirlas Aguas No Facturadas (ANF), que corresponde al agua potable que se pierde a través de la red, producto de roturas, filtraciones y otros como conexiones clandestinas. 


En Aguas de Antofagasta Grupo EPM, desde el 2003 implementan diversas estrategias y tecnologías para disminuir las ANF, tanto aquellas producidas por fugas, como la consumida, pero no registrada ni cobrada, a partir de conexiones ilegales a la red, que muchas veces además de reducir la presión del agua, producen fugas masivas al terreno circundante, poniendo el peligro la estabilidad de grandes áreas. 


Con más de dos décadas trabajando en disminuir estas pérdidas, Aguas Antofagasta se ha transformado en una sanitaria pionero en la utilización de metodologías innovadoras en esta materia. 

 

Dentro de las acciones desarrolladas por la sanitaria se encuentran las actividades de detección y reparación de fugas, mejoras en la medición a través de la incorporación de medidores digitales, mejoras en la infraestructura sanitaria (renovación de tuberías), incorporación de Internet de las Cosas (IoT) que permiten la transferencia de datos de operación, a través de dispositivos que contribuyen al control y monitoreo de la infraestructura. 


Cristián Velásquez, jefe del Departamento de Confiabilidad de la sanitaria, detalla el objetivo del Programa de Detección de Fuga de la empresa y los beneficios asociados a la eficiencia hídrica. “Se trata de acciones preventivas que permiten garantizar el uso sostenible de los recursos hídricos. Así prevenimos el desperdicio de agua, mejoramos la calidad y la continuidad del servicio”, explicó Velásquez.


En efecto, el jefe del Departamento de Confiabilidad de Aguas Antofagasta recordó que durante el 2023 este trabajo permitió la detección y reparación de casi cuatro mil fugas debidamente resueltas, equivalente a más de 482 mil m3 recobrados a la red, logrando un 26,56% de recuperación de Aguas No Facturadas.

 

El proceso de detección de fugas lo realiza personal especializado con el uso de geófonos, instrumento de medición electromagnético que detecta las fugas a través del sonido y alerta sobre filtraciones. A su vez, este proceso se ve complementado con la utilización del gas trazador, metodología consistente en la inyección de helio, gas que se disuelve en el agua circulante en la tubería. Además, Aguas Antofagasta cuenta con sensores prelocalizadores y correladores fijos y móviles instalados en la red de agua potable, para detectar los puntos de fuga.


“La conformación de equipos especializados y el uso de todas las tecnologías disponibles hacen que el servicio de agua potable en la región sea un proceso integral, donde la gestión sostenible del agua es clave para el mejor aprovechamiento del recurso y como consecuencia un aporte al desarrollo de la región”, concluye el ejecutivo.


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