Sydney Powell fue declarada culpable por asesinar a su madre, Brenda Powell, para que no supiera que había sido expulsada de la universidad.
En marzo de 2020, la joven de 23 años recibió una llamada de su centro de estudios de Ohio informándole de su cancelación de matrícula y posterior expulsión. Su madre, al sospechar, inició una fuerte discusión con Sydney y ésta, muy alterada, dio un sartenazo a su madre en la cabeza, dejándola inconsciente antes de propinarle treinta puñaladas en el cuello provocando su muerte.
Tras el ataque, la madre fue trasladada al hospital, pero acabó muriendo a causa de las heridas que le provocaron las cuchilladas. Según 'CourtTV', la mujer trabajó en el Akron Children's Hospital durante casi tres décadas. La joven se enfrenta ahora a cargos de asesinato, agresión criminal y manipulación de pruebas.
Powell, era una ex estudiante de la Universidad de Mount Union, sin embargo, durante el juicio se reveló que ella ya no asistía a la escuela en el momento del asesinato.
Antes del juicio, Powell se declaró inocente por motivos de demencia. Por lo que su abogado defensor argumentó que ella sufría de esquizofrenia no diagnosticada durante el momento del asesinato de su madre, y además, que tuvo un brote psicótico.
El Dr. James Reardon diagnosticó a Powell esquizofrenia y trastorno depresivo en alto grado después de evaluarla en el 2021, según el testimonio judicial. Por esto, durante estos tres años, Sydney Powell permaneció en libertad bajo fianza debido a que en su declaración se evidenciaban los trastornos psicológicos.
Sin embargo, en el juicio la experta clínica de la fiscalía, la doctora Silvia O'Bradovich ha testificado que después de entrevistar a Powell, llegó a la conclusión de que las pruebas de los expertos de la defensa no eran precisas. «La mejor fuente de información para una evaluación de la locura es lo que se dijo y sintió en el momento de los hechos», de acuerdo a esto «simplemente no cuadra con la esquizofrenia», ha afirmado O'Bradovich.
El próximo 28 de octubre la joven escuchará el veredicto, se desconoce si ingresará en una prisión o en un centro de salud mental.
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