La Corporación Miles denunció que el Centro de Salud Familiar (Cefsam) Brígida Zavala de Viña del Mar le negó “en reiteradas ocasiones” a una mujer el acceso a un dispositivo intrauterino (DIU) por no tener hijos y estar en edad fértil.
Según la denuncia, la matrona que atendió a la paciente señaló que el dispositivo era exclusivo para mujeres que ya habían sido madres. Debido a que la usuaria no tenía hijos, la profesional de salud negó el anticonceptivo, ya que la mujer podría quedar infértil. A raíz de la situación, la paciente debió aceptar otro método que no quería y que le trajo una serie de complicaciones en su salud.
Posteriormente, la mujer ingresó un reclamo formal. La respuesta institucional es que la profesional del Cesfam es la única matrona certificada del lugar y es objetora de conciencia para administrar el anticonceptivo a quienes no tienen hijos.
Según señaló la alcaldesa de la Ciudad Jardín, Macarena Ripamonti, los hechos serían investigados, ya que a su juicio es inaceptable que una mujer sea privada de sus decisiones respecto a su salud sexual y reproductiva.
El hecho, además de ser ampliamente rechazado por organizaciones civiles, también levantó la discusión de que no se trata de hechos aislados, sino más bien la negación de anticoncepción a mujeres en Chile, suele ser una práctica naturalizada.
‘‘Este es uno de los casos, pero todos los días llegan muchísimas mujeres en situaciones similares, la objeción de conciencia muchas veces se utiliza de forma discrecional ante la falta de fiscalización. En Chile no existe una fundamentación, ni se sabe cuáles son los límites de la objeción’’, comentó la directora ejecutiva de Miles, Javiera Canales.
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