Las autoridades de Nueva Zelanda anunciaron este lunes que necesitan más de 75.000 trabajadores internacionales, desde enfermeros a profesores y mecánicos, ante la falta de mano de obra en el mercado nacional e internacional.
En una conferencia de prensa, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, señaló que desde junio se han ofertado unos 94.000 puestos a empleados extranjeros y, desde entonces, unos 17.000 trabajadores internacionales ya han conseguido visado para trabajar en el país.
“La escasez global de trabajadores contribuye a la falta de trabajadores aquí (…). Está claro que la falta de mano de obra es persistente no solo aquí sino también en los mercados con los que competimos”, precisó Ardern.
“Necesitamos atraer trabajadores calificados a nuestras costas con salarios, nuestras condiciones y seguridad. Así que, en conversación con las empresas y grupos del sector, estamos expandiendo nuestro plan para convertir Nueva Zelanda en el lugar más atractivo del planeta para vivir”, dijo la mandataria.
Entre otras medidas, Ardern anunció que los enfermeros y médicos pasarán desde este jueves, 15 de diciembre, a la “lista verde” de empleados que obtienen directamente la residencia en Nueva Zelanda.
Durante gran parte de 2020 y 2021 Nueva Zelanda mantuvo muchas restricciones de entrada al país debido a la pandemia del covid-19, pero ahora se enfrenta a una carencia de mano de obra que quiere paliar con trabajadores extranjeros.