Un niño de 13 años fue rescatado este lunes con vida luego de haber pasado 182 horas atrapado entre los escombros de un edificio en la provincia de Hatay, el cual se derrumbó por los grandes sismos que devastaron el sureste de Turquía y que han dejado más de 31 mil muertos en ese país y otros 3 mil 500 en Siria.
El rescate del pequeño Kaan, mostrado en directo por la emisora Halk TV, es otro de los momentos conmovedores que genera la búsqueda de sobrevivientes en los miles de edificios destruidos, apunta un reporte de la agencia española Efe. Algunos expertos estiman que puede haber aún hasta 155 000 cuerpos atrapados.
Cuatro horas antes se había rescatado con vida a una mujer de 70 años y a una joven de 26, tras aguantar 178 horas, ambos en Antioquía, capital de la provincia de Hatay.
En la provincia de Adiyaman, más al norte, también fue salvada esta mañana una niña de seis años, después de 176 horas entre los cascotes.
Según los expertos, las bajas temperaturas, que en estos días han estado cercanas a cero incluso en la provincia de Hatay, la más meridional de las afectadas por el sismo, pueden favorecer la supervivencia porque retrasan la deshidratación.
La mayoría de los rescates de los últimos dos días, que la prensa turca califica de “milagrosos”, se producen en Hatay, una de las zonas con el mayor nivel de destrucción al situarse justo sobre una falla geológica, pese a su distancia del epicentro del sismo.