Un turista japonés de 56 años murió este domingo, tras realizar el arriesgado deporte del puentismo, conocido en inglés como bungee jumping. Buscaba romper el récord del salto más alto del mundo. La víctima, cuya identidad permanece en reserva por las autoridades, cayó de más 230 metros de altura de la torre de Macao, en China.
De acuerdo a medios locales, el deportista sufrió dificultades para respirar tras el salto. Luego de aterrizar se le trasladó hasta el hospital Conde S. Januário. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los médicos, falleció casi de manera instantánea.
El cuerpo de la víctima no tenía heridas superficiales y la causa de muerte podría estar relacionada con eventuales enfermedades coronarias que padecía.
Xiao Yuezhong, especialista en medicina de emergencia, comentó al medio chino HK01 que en un salto en bungee, “la adrenalina del cuerpo aumenta bruscamente y la presión arterial fluctúa, lo que es peligroso para personas con posible enfermedad coronaria”. El médico citó otras posibles lesiones como dislocaciones en las articulaciones o desprendimiento de retina. “Una actividad así es muy emocionante, pero debes pensarlo dos veces antes de realizarla y necesitas comprender tu condición física”, agregó
Desde el recinto recreativo no se han referido al fallecimiento del asistente, pero en su sitio web la empresa se jacta de ofrecer perfectas condiciones de seguridad. Asimismo, el portal menciona un listado de condiciones médicas —como piel frágil, problemas cardiacos, embarazo, deficiencias físicas — que "no necesariamente impedirán que los clientes participen en nuestras actividades".
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